Es innegable que la venta de agua embotellada sigue en aumento, a pesar de ser conscientes de que las botellas de plástico representan un gran problema ambiental. En Estados Unidos solo, se venden 50 mil millones de botellas de plástico de agua potable cada año, y únicamente el 9% de estas botellas de plástico se reciclan a nivel mundial. En España, nuestro mercado local, se venden más de 7 mil millones de botellas anualmente. Incluso en países como Dinamarca, donde la población es conocida por su conciencia ambiental, los 6 millones de habitantes compran aún 250 millones de botellas de plástico de agua cada año.
Sin embargo, no podemos culpar completamente a los consumidores por adquirir agua en botellas de plástico, ya que todos necesitamos agua a diario y no todos tienen fácil acceso a agua limpia y pura en todas las ubicaciones o situaciones. Gran parte de la responsabilidad recae en la industria, que no ha asegurado que una mayor cantidad de plástico sea reciclable y, aún mejor, biodegradable. De hecho, existen plásticos biodegradables de origen vegetal. Aunque las botellas de agua son un elemento que ha llegado para quedarse y debería serlo, al menos de alguna manera, todos deberíamos tener acceso a agua dulce en la mayor cantidad de lugares posible. Las botellas de plástico son un diseño funcional y eficiente, ya sea para refrescarse y evitar la deshidratación en un caluroso día de agosto o para brindar apoyo durante el trabajo de rescate después de un desastre natural.
No obstante, también existen riesgos potenciales para la salud asociados con los productos químicos utilizados en la fabricación de botellas de plástico para agua. El bisfenol-A (BPA) es una sustancia química utilizada en algunas botellas de plástico, y estudios han demostrado que puede filtrarse en el agua contenida en dichas botellas. El BPA es un disruptor hormonal, y la exposición a esta sustancia se ha relacionado con diversos problemas de salud, como obesidad, diabetes y cáncer.
Entonces, mientras esperamos que la industria introduzca botellas de agua biodegradables menos perjudiciales para el medio ambiente y nuestra salud, ¿qué podemos hacer al respecto?
Es cierto que el problema del plástico es mucho mayor cuando se trata de envoltorios de alimentos, y las botellas de plástico solo representan una parte pequeña. El problema de los envoltorios de alimentos es realmente masivo, pero como consumidores, no es tan fácil resolverlo, ya que la mayoría de los alimentos están envueltos en plástico de alguna forma. Comprar en tiendas ecológicas donde se evite este tipo de envoltorio puede resultar costoso y no ser financieramente viable a largo plazo para muchas familias.
No obstante, el problema del plástico en las botellas de agua no es insignificante. Con una población mundial actual de 8 mil millones de personas, se estima que este año se comprarán asombrosos 600 mil millones de botellas de plástico. Eso equivale a más de 1 millón de botellas de plástico por minuto, todos los días, durante todo el año. La demanda es impresionante, al igual que las cifras. Aunque en muchos lugares solo puedes tomar lo que está disponible, en otros tienes opciones que pueden marcar la diferencia. Una opción es reutilizar las botellas que compras y llevarlas contigo cuando viajas o haces ejercicio. Una opción aún mejor es utilizar botellas fabricadas con materiales sostenibles y llenarlas en casa antes de salir. Si no confías en la calidad del agua de tu hogar o no te gusta su sabor, puedes filtrarla. Al utilizar un sistema de filtrado de alta calidad, en la mayoría de los casos podrás disfrutar de un agua de mejor calidad que la mayoría de las aguas embotelladas en el mercado, ya que la calidad de estas últimas suele ser inferior a lo esperado. Además, ahorrarás dinero al hacerlo. Los costos de mantenimiento de un cartucho de filtro comienzan en menos de un euro al mes, lo que hace que las botellas de agua de plástico parezcan costosas, y de hecho, muy costosas.