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Los PFAS se están convirtiendo en uno de los mayores desafíos para el agua potable

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Los residuos de pesticidas y las PFAS se están convirtiendo en uno de los mayores desafíos para el agua potable limpia — ahora y en el futuro en toda Europa


Los residuos de pesticidas y las PFAS (sustancias perfluoro y polifluoroalquiladas) representan una amenaza cada vez más grave para el agua potable en Europa — tanto hoy como para las generaciones futuras.


El uso de pesticidas ha aumentado en varios países de la Unión Europea en los últimos años, y a pesar de las ambiciones políticas de reducir su consumo, los avances siguen siendo demasiado lentos. Se siguen aplicando grandes cantidades de pesticidas, y las autoridades de muchos Estados miembros informan ahora de la presencia de PFAS en las aguas subterráneas de todo el continente.


Diversos estudios nacionales muestran que los niveles de PFAS en algunos pozos superan significativamente los límites legales — en ciertos casos, hasta por varios cientos de veces.

Incluso si el uso de pesticidas y otros productos que contienen PFAS se reduce drásticamente en los próximos años, el daño ya está hecho. Las PFAS se acumulan en el medio ambiente y en las aguas subterráneas, y pueden pasar décadas después de una prohibición total antes de que la situación comience a mejorar. Las PFAS detectadas hoy en el agua subterránea suelen proceder de usos ocurridos hace muchos años, lo que significa que pasará mucho tiempo antes de que los suelos sobre los acuíferos europeos estén libres de PFAS y otros residuos químicos.


¿Cómo puedes evitar las PFAS en tu agua potable?


En gran parte de la UE, los tipos de PFAS de cadena larga son los más comunes en el agua potable — por ejemplo, PFNA, PFOS y PFOA. Paradójicamente, esto puede considerarse una ventaja, ya que estos tipos son más fáciles de eliminar mediante filtración que las variantes de cadena corta, más móviles.


El método más utilizado — y al mismo tiempo el más rentable — para eliminar las PFAS de cadena larga del agua potable es la filtración mediante bloque de carbón activado a base de coco. Los bloques de carbón activado fabricados con cáscaras de coco son especialmente eficaces para adsorber compuestos de PFAS y pueden garantizar concentraciones muy por debajo de los límites normativos.


La calidad del bloque de carbón marca la diferencia


El tipo y la calidad del carbón activado utilizado son factores cruciales para determinar cuánto tiempo permanece eficaz la filtración. Muchos cartuchos de bloque de carbón, especialmente los modelos importados de bajo costo procedentes de Asia, ofrecen un alto rendimiento de filtración al principio, pero pierden eficiencia gradualmente después de solo 4–6 meses. Esto suele deberse a una menor calidad del carbón y a una cantidad reducida de material activo dentro del cartucho.


Por ello, se recomienda utilizar cartuchos filtrantes diseñados en la Unión Europea, donde las normas de calidad y de ensayo son generalmente más estrictas. Esto garantiza que la filtración siga siendo eficaz durante toda la vida útil del cartucho.


¿Son mejores los filtros de varias etapas?


Un solo filtro de carbón activado de alta calidad puede ofrecer una excelente filtración, pero un sistema de varias etapas puede proporcionar un rendimiento aún mejor y más constante con el tiempo. Cuando el agua pasa por dos bloques de carbón activado, el tiempo de contacto con el carbón se duplica, lo que mejora la eficiencia de filtración y prolonga la vida útil del filtro — especialmente en zonas con altos niveles de PFAS u otros contaminantes.


¿Y la ultrafiltración, la luz UV y tecnologías similares?


Las tecnologías como la ultrafiltración y la luz ultravioleta (UV) son eficaces contra bacterias como E. coli, pero no tienen ningún efecto sobre los compuestos de PFAS. El único método práctico para eliminar las PFAS es mediante carbón activado — o, en algunos casos, ósmosis inversa.


Ósmosis inversa – una solución más avanzada


La ósmosis inversa es la tecnología más eficaz para eliminar todos los tipos de PFAS, tanto de cadena larga como de cadena corta. El proceso puede purificar el agua casi por completo de contaminantes químicos, pero la tecnología es más compleja, más costosa y requiere más mantenimiento que la filtración con carbón activado.


Sin embargo, para los hogares ubicados en zonas con una contaminación grave por PFAS, la ósmosis inversa puede convertirse en la solución más fiable — especialmente si la calidad del agua subterránea continúa deteriorándose en los próximos años.


Conclusión


Las PFAS y los residuos de pesticidas representan un desafío creciente para el agua potable en toda Europa. Aunque la Unión Europea trabaja para establecer regulaciones más estrictas y una eliminación progresiva de estas sustancias, las consecuencias del uso pasado seguirán sintiéndose durante décadas.


Por ello, las soluciones de filtración eficaces — como los bloques de carbón activado y la ósmosis inversa — se están convirtiendo en herramientas esenciales para garantizar agua potable limpia para los hogares europeos, tanto ahora como en el futuro.

 
 
 

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